Las vacaciones, los ocios, forman hoy día parte integrante de nuestro modo de vida occidental y el rebajamiento general de la duración del trabajo en Europa va a dejar aparecer cada vez más tiempo para vacaciones cortas fuera de temporada. El turismo volviéndose consumo, la oferta como respuesta se estructura progresivamente bajo forma de un gran catalogo de productos totalmente fiables y listos a ser consumidos.
Frente a una oferta pletórica y diversificada, el cliente escoge más y más las ofertas de acceso más fácil, que le pidan una fácil utilización y que le ofrezcan más comodidad y seguridad.
Los reglamentos europeos imponen a los tours-operadores e intermediarios del viaje de dar a sus clientes un descriptivo preciso, garantizado, de los productos y servicios vendidos. Esto implica pues imperativamente la implantación de productos bajo norma y certificados.
Una nueva comodidad es indispensable para los albergues tradicionalmente de verano y que deben hoy desarrollarse par la demanda fuera de la alta temporada de verano. En particular es el caso del camping con el desarrollo de albergues-chalets y mobil-homes.
El estacionamiento de los camping-cars es a menudo problemático para las comunidades o en las zonas turísticas protegidas. La proliferación de camping-cars en periodo estiva e invernal plantea problemas de cohabitación. Par otra parte, la legislación en vigor prohíbe todo derrame en la vía pública (sobre todo para las comidas) y reglamenta estrictamente el estacionamiento.
Es pues imperativo diferenciar el producto “turismo” para hacerlo incomparable. La autenticidad local o regional debe ahora encontrarse en los arreglos y en los servicios.Un universo de servicios para población “nómada” y comparable con los propuestos a los puertos y a las áreas de acogida de los gitanos.
Las soluciones desarrolladas por InSilio proponen la seguridad con un visual de la carta o del soparte.